Pasión por saber y contar

Nada más genuino que la posibilidad de expresarse. Nada más natural que el uso de la palabra para contarle al mundo que nos pasa. Aquellos que vivimos de la comunicación y nos valemos de ella para enriquecernos intelectualmente, necesitamos muchas veces frenar los hechos para analizarlos. Esa es la apuesta de este espacio, aunque referirse a fútbol sea trillado o banal, a veces sirve como pretexto para encontrar otra cosa quizás más profunda.El desafío es hacerlo entre todos. En un ida y vuelta que permita detenerse un segundo a pensar intentando un cambio de frente para sentirnos más completos.

martes, 26 de noviembre de 2013

Simeone: mente, músculo y pizarra


Una idea convence desde la confirmación. Pocos creen en algo si no comprueban un resultado tangible. El hombre necesita hechos para sentir que camina en tierra firme, sin peligros inminentes, sin sobresaltos. Al mismo tiempo, esa sensación de incertidumbre genera un estado adrenalínico que muchas veces paraliza pero otras sirve como combustible, como alimento cotidiano, de acciones voluntarias.
El fútbol es un deporte de ilógica pura. Pretender que una fórmula garantice un resultado satisfactorio es desconocer la esencia del mismo. Entre lo falible y lo infalible se traza una línea demasiado delgada que cuando se cruza puede castigar métodos o alabarlos con la velocidad de una gacela. El éxito y el fracaso cambian de mano permanentemente debilitando las sentencias rotundas de inmediato.
Hace algunos años, un club melancólico por naturaleza deambulaba en aguas turbulentas y sin rumbo determinado. El futuro era poco alentador, sus simpatizantes, desilusionados por la campaña, atribuían el momento a las históricas penurias de toda la vida, aunque también reconocían un endeble espíritu de lucha de jugadores entregados a la incertidumbre reinante. Después de tocar fondo (eliminación en Copa del Rey ante un equipo de tercera), sus directivos intentaron reanimar al moribundo con la llegada de un gladiador de mil batallas. Así fue que Diego Simeone se hizo cargo del pesado bagaje que significaba, en aquel momento, tomar las riendas del Atlético Madrid.
Era una epopeya revertir la situación. El hombre empezó la reconstrucción por el lugar menos pensado: la cabeza. El ambiente del fútbol se rehúsa a reconocer lo que no ve, al fin y al cabo, este juego es jugado por hombres y el hombre necesita creer en la visibilidad de las cosas. El 'Cholo' introdujo de a poco la medicina de la credibilidad sin formulas mágicas. Su idea de juego se colocaría una vez 'desmalezado' el cerebro de sus dirigidos. Debía quitarles la desconfianza y demostrarles que estaban capacitados para volar aun cuando el cuerpo pesara toneladas. La primera etapa tuvo sus frutos rápidamente ya que aquellos jugadores frágiles de espíritu comenzaron a creer en sí mismos. De inmediato, lo que era tibieza se convirtió en valentía. Cada balón se jugaba como si fuese un tesoro a defender y de la mano de la 'limpieza inicial', el equipo compitió, de frente, ante cualquiera. Pero el sistema no se contenta solo con un cambio de imagen, también necesita éxitos, títulos, campeonatos...gloria. La nueva maquinaria, retocada con algunas piezas, pudo darle al 'monstruo' lo que pedía: Atletico Madrid ganó Europa League, Copa del Rey y Supercopa de Europa en apenas un año de trabajo.
La tarea parecía terminada. Inclusive, el jugador más importante del plantel dejaba la trinchera por el glamour de Mónaco y el proyecto se derrumbaba. Sin embargo, la alarma sólo duró unos días. El mentor   movió algunas teclas, armó el rompecabezas con otros intérpretes y relanzó la idea con la motivación como bandera. Los nombres propios fueron suplidos por el conjunto. Juegue quien juegue la estructura se mantuvo firme y soporta competir cara a cara con los poderosos de turno. Desempeños individuales inesperados(Diego Costa), héroes en busca de una reivindicación ante el gran público(Guaje Villa) y apariciones estelares(Koke Resurrección) alimentan el mito de este equipo moldeado por un aventurero que colocó la mente, el músculo y la pizarra en el mismo sitio.  


1 comentario:

  1. Muy buena entrada. Una lástima que no se pueda compartir en redes sociales de manera automática.

    Saludos desde Uruguay.

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