Pasión por saber y contar

Nada más genuino que la posibilidad de expresarse. Nada más natural que el uso de la palabra para contarle al mundo que nos pasa. Aquellos que vivimos de la comunicación y nos valemos de ella para enriquecernos intelectualmente, necesitamos muchas veces frenar los hechos para analizarlos. Esa es la apuesta de este espacio, aunque referirse a fútbol sea trillado o banal, a veces sirve como pretexto para encontrar otra cosa quizás más profunda.El desafío es hacerlo entre todos. En un ida y vuelta que permita detenerse un segundo a pensar intentando un cambio de frente para sentirnos más completos.

lunes, 22 de junio de 2015

El estilo por encima del resultado


Profundizar la idea durante una competencia, genera una serie de vaivenes absolutamente comprensibles. Si además, esa idea,  se vincula con un protagonismo desde el balón, con masiva presencia en campo contrario, esos desajustes son más peligrosos todavía.
Gerardo Martino es un entrenador de escuela definida, para él, asumir  el control del juego es el medio más adecuado para ganar los partidos, aunque coquetee con el riesgo de dejarle a los medios una considerable porción de color verde a sus espaldas o que la defensa termine casi siempre mano a mano. Sin la pelota, sus equipos se sienten desnaturalizados, extraños, vacíos de poder, expuestos a una fragilidad por momentos exasperante. El rendimiento ante Paraguay en el debut de la Copa América mostró un conjunto con dos caras bien definidas: el control (concepto clave) y el caos convivieron peligrosamente dejando una imagen debilitada para un plantel demasiado rico en recursos.
Las responsabilidades del resultado fueron compartidas. El entrenador reaccionó tarde ante la adversidad y cuando lo hizo cayó en la tentación de acumular delanteros, lo que provocó una posterior corrección, sobre la marcha, con el ingreso de Lucas Biglia. Los futbolistas, integrantes de líneas muy separadas, tampoco pudieron modificar, desde la impronta y la inspiración, el curso del destino. El empate lastimó más por la formas, esas que enseñan que todavía el proceso está inmaduro.
“Prefiero que me esperen y no que me salgan a atacar”, así Martino puso sobre la mesa, horas previas al estreno, una consideración de su pensamiento. Saludable desde el enunciado, riesgoso si se pierde el equilibrio. Habrá rivales capaces de neutralizar el sistema, otros aguantarán organizados para replicar al espacio y hasta estarán quienes caerán sin atenuantes ante la propuesta. Todo dependerá de una ejecución confiable y de un rodaje más pronunciado. Los elementos sobran, aunque el colectivo siempre deberá ordenar al talento individual,  para evitar transformarlo solamente en una suma de apellidos importantes.
Ese desafío deberá ser la meta en este torneo por encima de cualquier resultado. Se puede ganar, perder o empatar, pero de ninguna manera canjear el estilo si existe, de parte de todos, el convencimiento de que es el adecuado para esta generación de jugadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario