Se terminó el verano

Del verano sólo queda el calor y la humedad. Sofocantes días que provocan mal humor, cortes de luz por saturación de aires acondicionados y el asfalto ardiente de Buenos Aires ( en breve se reanudan los piquetes de verdad). Algunos dirán que esto termina recién el 20 de marzo y en realidad tienen razón, pero para nuestro querido fútbol acaba de iniciarse el " ciclo lectivo" con alumnos que lucen igual que el año pasado y otros que pretenden ser disitintos.
Durante enero, River pudo espantar algunos fantasmas y doblegó a Boca en dos oportunidades con momentos de buen juego. Renovó energías de la mano de un par de valores de la casa e ilusionó a los millonarios de pura cepa. Pero por los puntos de verdad sumó una nueva frustración ante el último campeón Banfield que modificando pocas piezas ( perdió los 14 goles de Silva y la experiencia de Méndez) logró ganarle con la solidez de siempre. Qué bueno es Erviti.
El empate con Argentinos a Boca le dolió como una derrota. Por un par de pelotas paradas, el conjunto de Abel Alves cedió dos puntos valiosos. La vuelta al gol de Riquelme es una buena noticia tanto como la vigencia de Palermo, pero la defensa se encarga de arruinarlo todo. Jugó Cáceres?. Ah, lo vendieron?
San Lorenzo dió el golpe en un estadio complicado, no cualquiera gana en Tucumán. Desesperado Simeone rogó por un goleador durante el receso y por más que le trajeran al uruguayo Alfaro, la victoria fue obra del olfato de Bordagaray a quién varios subestimaban por llegar sin cartel desde Florencio Varela.
Independiente no perdió, pero tampoco ganó. El empate ante Newell's está dentro de la lógica aunque en comparación con lo hecho por Racing pareciera tener sabor a poco. Encima Ayala eligió para su vuelta a los de enfrente.
Justamente el equipo de Vivas dió la nota de la jornada. Vertical, agresivo, contundente, la Academia venció a uno de los que lucha por el mismo objetivo. Los chicos de Rosario Central cayeron con orgullo aunque sin Mendez y a la espera de Figueroa pueden sufrir más de la cuenta. En Racing se destacaron Licht y Hauche. Ojalá los optimistas desmesurados no perturben la cabeza de un equipo armado para sumar puntos y mandar al diablo la Promoción.
Vélez no lo pudo cerrar ante Colón. Silva es el mismo que jugó en Banfield y si erró el penal es porque tuvo la convicción de pedírselo a Moralez para patearlo. Sí es el mismo, no hay dudas.
Lanús sufrió como un condenado para vencer a Huracán. Zubeldía acertó con Castillejos y el resto lo hizo el destino empecinado en arruinarle la vida al Globo.
Por último queda Estudiantes. El mejor equipo del fútbol argentino. Es una lástima que Boselli comparta época con Palermo. Pudo ser tranquilamente el nueve xeneize sin competencia.
Los de Sabella terminaron el partido con siete jugadores de ataque y eso que el club tiene una escuela bien diferente. Qué bueno es Clemente.
A modo de yapa, Chacarita se quedó con el clásico ante un Tigre sin garras y Godoy Cruz le amargó el debut a Cocca en Gimnasia. Justo a él que les dió tanto.
Rápido comienza la segunda jornada de un torneo cruel y apasionante que no da tiempo ni para que el árbitro pare el juego para refrescarse. Ufff.