Pasión por saber y contar

Nada más genuino que la posibilidad de expresarse. Nada más natural que el uso de la palabra para contarle al mundo que nos pasa. Aquellos que vivimos de la comunicación y nos valemos de ella para enriquecernos intelectualmente, necesitamos muchas veces frenar los hechos para analizarlos. Esa es la apuesta de este espacio, aunque referirse a fútbol sea trillado o banal, a veces sirve como pretexto para encontrar otra cosa quizás más profunda.El desafío es hacerlo entre todos. En un ida y vuelta que permita detenerse un segundo a pensar intentando un cambio de frente para sentirnos más completos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

La misión es otra

No se puede creer. De tipos tan experimentados e inteligentes, no se puede creer. O en realidad, sí se puede creer, si vivieron toda la vida de conflicto en conflicto.
Antes por incomprendidos y ahora por relegados, vomitan su bronca para limpiarse. Y en el medio de la balacera dialéctica hay un equipo a la deriva.
Las últimas declaraciones públicas del manager del seleccionado argentino alimentaron una interna crónica que no hace más que ensuciar la cancha a seis meses del Mundial. Para colmo futbolísticamente hay poco y nada para rescatar en un proceso que mantiene la falta de rumbo.
Es que la cosa nació torcida. Nombran un técnico sin el convencimiento del caso, lo rodean con ayudantes de poca experiencia y además le ponen un manager de discurso desmesurado. Una combinación fuerte, un cóctel explosivo. Cuál es el resultado? Este conventillo mediático.
Que yo sabía que quería separarnos, que le habla mal de mí al entrenador, que no tiene chapa para dividirnos...fueron algunas de las denuncias hechas por el hombre de la nariz grande hacia el novel ayudante. De verdad se puede separar algo que nunca estuvo unido? Muchachos.... si no se pueden ni ver, si viven sospechando el uno del otro... por favor no seamos ilusos.
Mientras se siguen peleando sin la participación de Maradona por razones conocidas, la selección argentina perdió otro amistoso jugando sin un patrón definido y con una alarmante falta de coordinación en la mayoría de sus líneas, con la tarea opaca de algunos jugadores ( Pozo, Demichelis y Gago, por ejemplo ) y con la ratificación de algunos apellidos como Lavezzi y Di Maria quienes superaron la prueba ante los catalanes.
Algo o alguien deberá cambiar para mejorar la abrumadora atmósfera que se respira en Ezeiza. Así va ser dificil encontrar el norte del equipo, verdadera misión para este cuerpo técnico que se empecina en debilitar sus energías por problemas de cartel.


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